Inauguramos una nueva sección en nuestro blog donde el foco está en las personas que hacen posible lo imposible. Queremos mostrarte el lado más humano, estratégico y creativo de nuestra empresa a través de entrevistas cortas con quienes viven la producción audiovisual desde dentro.
Empezamos con Daniel Pycock, referente clave en nuestra operación internacional, que ha sido testigo directo de la evolución vertiginosa del sector en los últimos años. En estas breves preguntas, Daniel comparte cómo han cambiado las expectativas de los clientes, los nuevos desafíos de trabajar en distintos países, y las tecnologías que ya están marcando el futuro de los eventos.
Con una mirada global y los pies bien puestos en la realidad del día a día, nos habla de la importancia de escuchar, adaptarse y, sobre todo, construir relaciones sólidas para que cada proyecto no solo funcione, sino que deje huella.
Una conversación llena de aprendizajes reales, visión estratégica y pasión por hacer las cosas bien. Porque detrás de cada evento que marca a los asistentes, hay un equipo que lo vive como si fuera único, cuidando de cada detalle.
¿Cómo ha evolucionado la demanda de producción audiovisual para eventos en el mercado internacional en los últimos años?
La evolución ha sido impresionante. Desde hace unos años, hemos visto un salto cualitativo en las expectativas de los clientes. Ya no se trata solo de montar pantallas y sonido: ahora buscan experiencias completas, inmersivas, con storytelling visual y una ejecución impecable. La pandemia también impulsó una demanda híbrida muy fuerte, y aunque los eventos presenciales han vuelto con fuerza, ahora se espera esa misma calidad y capacidad técnica tanto en formato físico como digital. Además, el cliente internacional quiere soluciones llave en mano, y valora mucho la agilidad, la transparencia en la comunicación y la capacidad de adaptarse localmente sin perder visión global.
¿Cuáles son los principales desafíos al vender servicios de producción audiovisual en distintos países y cómo los superas?
Cada país tiene su cultura, sus tiempos y su manera de hacer negocios. El mayor reto es adaptarte rápido sin perder tu esencia ni tu estándar de calidad. En algunos mercados el proceso de toma de decisiones es más lento; en otros, todo es más informal o cambia en el último minuto. Por eso, lo más importante es tener una escucha activa, entender qué valora el cliente local, y construir relaciones a largo plazo, no solo cerrar un proyecto. También ayuda mucho tener partners locales fiables y un equipo multicultural que entienda esos matices. Y, por supuesto, ser muy claro desde el inicio en lo que se puede ofrecer y cómo.
¿Qué tendencias están marcando el futuro de la producción audiovisual para eventos a nivel global?
La inteligencia artificial y la automatización ya están empezando a dejar huella en preproducción y en la personalización de contenidos. También está creciendo mucho el uso de realidad extendida (XR), mapping 3D y escenografías digitales. A nivel operativo, hay una tendencia clara hacia la sostenibilidad y la eficiencia energética en el uso de equipos. Pero más allá de la tecnología, la gran tendencia es la hiperpersonalización: cada evento tiene que hablarle directamente a su audiencia, y eso nos exige trabajar más cerca que nunca del cliente desde la conceptualización.
¿Puedes compartir alguna experiencia en el sector que haya marcado la diferencia en el éxito de un evento?
Una que recuerdo especialmente fue con Visionarea, en un evento internacional con sede en España pero con públicos conectados desde tres continentes. Lo que marcó la diferencia no fue la tecnología (aunque fue compleja), sino la coordinación humana. Desde el minuto uno trabajamos codo a codo con el cliente, planteando un enfoque creativo pero realista, y teniendo en cuenta cada posible escenario. Cuando llegó el día, todo fluyó porque habíamos hecho bien la parte invisible: la escucha, la planificación y la alineación con todos los equipos. Ese evento nos abrió muchas puertas a nivel internacional porque demostramos que podíamos ofrecer calidad europea con una mentalidad global.
¿Qué tecnologías, herramientas y equipos consideras esenciales hoy en día para ofrecer una producción audiovisual de alta calidad?
Depende del tipo de evento, pero hay básicos que no pueden fallar: sistemas de vídeo 4K con redundancia, mesas de sonido digital con procesamiento avanzado, soluciones de iluminación LED programables, y, sobre todo, una infraestructura sólida de red y transmisión en tiempo real. A nivel de software, usamos herramientas de planificación técnica en 3D, control de inventario en tiempo real y sistemas colaborativos de gestión de proyectos. Pero más allá del equipo, lo esencial sigue siendo el equipo humano: técnicos con criterio, con experiencia, y con capacidad de reacción ante cualquier imprevisto.
La experiencia y visión de Daniel Pycock nos recuerda que la producción audiovisual va mucho más allá de la tecnología: se trata de personas, de entendimiento cultural, de anticiparse y adaptarse para crear algo verdaderamente memorable. En un mundo donde los eventos ya no tienen fronteras, contar con un equipo que combine excelencia técnica con sensibilidad humana marca toda la diferencia.
Esta es solo la primera entrega de muchas. Seguiremos compartiendo las voces que hacen posible cada proyecto, desde distintas áreas y perspectivas. Porque creemos que las mejores historias empiezan dentro del equipo.
¿Te gustaría saber más sobre cómo trabajamos o tienes alguna pregunta para nuestro próximo entrevistado? ¡Te leemos en los comentarios!

